La adopción de un enfoque de Agilidad Empresarial, o Business Agility, es esencial para mantenerse relevante y competitivo en un mercado empresarial en constante transformación. Contar con capacidad de adaptación y poder responder ágilmente a los cambios se ha convertido en un factor crítico para el éxito a largo plazo.
Según el informe The Business Agility Report, elaborado por el Business Agility Institute a partir de una encuesta ente 296 empresas, el 70% de las empresas de todo el mundo necesitarán comenzar a utilizar metodologías ágiles para poder mantener su competitividad en un futuro. Algo complejo, pues en la actualidad solo hay un 30% de empresas con una madurez elevada en términos de agilidad empresarial.
Sin embargo, esta madurez media en agilidad empresarial ha ido creciendo de forma constante- Así, en una escala de 10, la madurez media de la agilidad empresarial era de 4,8 en 2020 y de 5,1 en 2022.
Hechos de la transformación empresarial
Cambios profundos en el entorno de los clientes: Las expectativas y necesidades de los clientes evolucionan rápidamente, lo que exige a las empresas adaptarse ágilmente para satisfacerlas y mantener su relevancia en el mercado.
Cambios en contra de quién y cómo se compite: La competencia ya no proviene solo de las empresas tradicionales, sino también de nuevos actores disruptivos que desafían el status quo con propuestas innovadoras y ágiles.
El data como nuevo activo estratégico: Los datos son el nuevo oro de las empresas. La capacidad de aprovechar inteligentemente esta información se ha convertido en un diferenciador clave para las compañías que buscan mantenerse competitivas en un mercado cada vez más digitalizado.
Innovación disruptiva como requisito: La innovación ya no es solo una opción, sino una necesidad para las empresas que desean sobrevivir y prosperar en un entorno empresarial en constante cambio.
Revolución en las propuestas de valor: Las empresas deben repensar sus propuestas de valor para adaptarse a las nuevas demandas y expectativas de los clientes, lo que implica una redefinición de los sectores e industrias tradicionales.
Business Agility como respuesta
Business Agility se define como la capacidad de las empresas para adaptarse evolutivamente a los cambios del mercado de manera rápida, continua y sistemática, manteniendo una ventaja competitiva. Implica un cambio profundo en la mentalidad, la organización y la cultura empresarial para crear y entregar constantemente nuevo valor a los clientes.
Estos son los 3 ejes clave de esta mentalidad empresarial:
Customer centricity: Poner las necesidades de los clientes en el centro del proceso de desarrollo es esencial para el éxito en la Era Digital. Las empresas ágiles comprenden las necesidades de sus clientes, incluso aquellas que son inconscientes, para ofrecer experiencias excepcionales y mantener su relevancia en el mercado.
Gestión estratégica de la innovación: La innovación, tanto en productos y servicios como en modelos de negocio, es fundamental para mantenerse competitivo. La adopción de enfoques como Lean Startup ayuda a las empresas a generar nuevas propuestas de valor y modelos de negocio de manera ágil y efectiva.
Organización ágil: Las empresas ágiles son capaces de reconfigurar rápidamente su estrategia, estructuras, procesos y personas para adaptarse a los cambios del mercado y entregar valor continuamente a los clientes. Se basan en equipos autónomos y autogestionados, con un enfoque en el aprendizaje continuo y la mejora constante.
La volatilidad y la incertidumbre a la que se enfrentan las compañías en la actualidad ha configurado Business Agility como el timón que les guía hacia el éxito y la prosperidad.