Mitos sobre la incorporación de asistentes virtuales en las empresas

Dentro de las numerosas aplicaciones de la tecnología, los asistentes virtuales se están convirtiendo en una herramienta cada vez más relevante, pues ayudan a las empresas a automatizar tareas administrativas, mejorar la comunicación interna e, incluso, dar un servicio al cliente más personalizado y eficiente.

Dentro de las numerosas aplicaciones de la tecnología, los asistentes virtuales se están convirtiendo en una herramienta cada vez más relevante, pues ayudan a las empresas a automatizar tareas administrativas, mejorar la comunicación interna e, incluso, dar un servicio al cliente más personalizado y eficiente.

Sin embargo, existen algunos mitos sobre la integración de estos “humanos digitales” en el día a día de las compañías, que pueden desanimar a las organizaciones a adoptar esta tecnología. En este post, vamos a analizar algunos de estos mitos.

Mito 1: Los asistentes virtuales sustituyen a los empleados

Este es uno de los mitos más comunes. Sin embargo, la realidad es que los asistentes virtuales no sustituyen a los empleados, sino que los complementan. Esta tecnología contribuye a automatizar tareas repetitivas y tediosas para liberar a los empleados, que, de esta manera, pueden centrarse en aspectos más estratégicos y creativos.

Por ejemplo, si nos centramos en el departamento administrativo de una empresa, contar con un asistente virtual ayuda a automatizar ciertas tareas, como la gestión de la agenda, el envío de correos electrónicos o la realización de llamadas. De esta forma, el equipo humano puede enfocarse en ámbitos más complejos, como la atención al cliente o el marketing.

Mito 2: Los asistentes virtuales son demasiado caros

La cuantía de la implementación de un asistente virtual puede variar en función del tamaño de la compañía y de las funciones que se quieran automatizar. En líneas generales, los costes son asequibles y pueden recuperarse en poco tiempo gracias al aumento de la productividad.

La inversión para hacerse con los servicios de un asistente virtual suele rondar los 100 euros al mes. Así, si un asistente administrativo puede ahorrar 2 horas al día gracias al asistente virtual, el coste de la herramienta se recuperaría en 5 meses.

Mito 3: Los asistentes virtuales son difíciles de implementar

La implementación de un asistente virtual puede parecer compleja, pero en realidad es bastante sencilla. La mayoría de los asistentes virtuales están disponibles como servicios en la nube, lo que facilita su instalación y gestión.

Tal es así que un asistente virtual se puede implementar en cuestión de horas, siguiendo unos sencillos pasos: incluir la creación de un perfil de la empresa, la selección de las funciones que se quieren automatizar y la configuración de los parámetros del asistente virtual.

Mito 4: Los asistentes virtuales son poco fiables

La fiabilidad de los asistentes virtuales ha mejorado considerablemente en los últimos años y, actualmente, están entrenados en grandes cantidades de datos, lo que les permite realizar tareas de forma precisa y fiable.

La tecnología con la que cuentan les permite responder a preguntas de forma precisa, realizar tareas administrativas correctamente y gestionar las interacciones con los clientes de forma eficaz.

Lejos de ser una amenaza, la tecnología tiene un gran potencial de transformación para el mundo empresarial. Su evolución se está produciendo a pasos agigantados, por lo que a medida que siga desarrollándose, ofrecerá cada vez mayores beneficios a las compañías, con independencia del sector en el que desempeñen su actividad. Si estás buscando formas de mejorar la productividad y la eficiencia de tu empresa, los asistentes virtuales son una opción que merece la pena considerar.